lunes, 13 de julio de 2015

Presagio

Ya no pienso, no escucho, ya no veo
tu risa es la que aturde mis oídos,
tus ojos los que ciegan mis latidos,
en tus labios ardientes ya no creo.

El salir sin heridas es deseo
del infierno que atrapa mis sentidos,
instrumentos cautivan los sonidos
de la música mágica de Orfeo.

La agonía de versos no separa
esta mano lejana que provoca
los sinceros poemas que declara.

Es tu miedo la musa que convoca
sentimiento de amor que sólo aclara
el oculto presagio de tu boca.

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